Una iluminación correcta es aquella que logra estar en el lugar adecuado de cada estancia del hogar y es capaz de cubrir los puntos que mayor atención precisa para dar luz. En este sentido, las tarifas eléctricas son un factor determinante a analizar para que esta no produzca ningún tipo de desperdicio a nivel de consumo.
En toda vivienda, precise mucha o poca iluminación, es importante garantizar la eficiencia energética, una doble vertiente que busca, por un lado, el consumo justo y responsable de los aparatos y dispositivos electrónicos, al tiempo que también, en consecuencia, el usuario ahorra de manera considerable en la factura eléctrica del mes.
La iluminación juega un papel muy relevante en la vivienda debido a:
- Su manera de influir directamente en la factura eléctrica, por lo que se recomienda que el consumo sea lo más responsable y ecológico posible.
- Se trata de un elemento decorativo que aporta luminosidad a la casa. En el caso de que las luces no cumplan su función, no solo provocan un gasto innecesario sino espacio.
- Hay que tener en cuenta que no toda la casa precisa el mismo tipo de iluminación, por eso existen diferentes tonalidades de bombillas y lámparas con modelos variados que permitan acomodarse a las necesidades específicas de cada rincón.
Por esta razón es tan relevante cuidar y moderar su uso. Así, en este artículo se pretenden señalar una serie de consejos y puntos importantes que se pueden aplicar a cualquier, con el objetivo de garantizar la eficiencia energética al tiempo que un diseño personalizado y acorde a lo deseado.
- Apostar por las bombillas de bajo consumo o LED
La tecnología LED dispone de una densidad muy baja para emitir luz en la vivienda. Así es como consigue un consumo eficiente que puede llegar al 80%. Por esta razón se consagra como la alternativa más responsable y comprometida con el medio ambiente. Su vida media ronda los 10 años, más del doble de lo que suele durar una bombilla incandescente.
Los diferentes modelos LED que existen en el mercado permiten cambiar de tonalidad para una mayor adaptación al color y acento del entorno, incluso de manera inteligente o automatizada con el uso de sensores.
- Aprovecharse de la domótica para un mayor ahorro
La iluminación inteligente ha llegado para quedarse en las vidas de los usuarios. Los sistemas domóticos, una instalación que permite automatizar todos los dispositivos electrónicos a través del control remoto. De esta manera, incluso a distancia, se pueden programar, activar y apagar las luces, con el propósito de ahorrar en la factura, además de evitar despistes.
Los sensores de movimiento son ideales para los pasillos de las casas o las entradas. El usuario siempre va a tener luz en su paso, y se apagaran cuando deje de sentir la presencia de alguien en sus alrededores.
Otro factor que puede influir de manera directa en la luz son las persianas. La domótica en este sentido, se aplica de manera que levanta las persianas y deja pasar la luz natural del Sol durante el día para que tan solo se tengan que encender las bombillas por la noche.
- Revisar las tarifas eléctricas para pagar menos
Una de las mejores tácticas para el ahorro de energía consiste en aprovecharse de algunos descuentos en la facturación de la luz. La discriminación horaria es un claro ejemplo, ya que los usuarios, en el caso de permanecer poco tiempo en casa, puede contratar esta prestación, que disminuye por unas horas el precio del kilovatio (kW) de la luz.
De todos modos, sería conveniente revisar el nivel de consumo energético del mes y la potencia eléctrica contratada, ya que pueden estar desajustadas y provocar derroches en los recibos.